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Cómo construir resiliencia social y ecológica para enfrentar crisis ambientales

Antes (segunda foto) y después (primera foto) fomentar la resiliencia ecológica en la orilla del rio.

[dropcap]T[/dropcap]riem Tay es un pueblo en la isla de Cam Kim, rodeado por el río Thu Bo, a tres kilómetros de la ciudad Patrimonio de la Humanidad Hoi An, en el Vietnam central. La ubicación de Triem Tay es propensa a las inundaciones durante la temporada de lluvias (el agua puede alcanzar hasta 3 metros), arrastrando ecosistemas y cultivos enteros, aumentando dramáticamente la erosión de la orilla del río y forzando la migración hacia el interior de los residentes locales.

En 2015, Triem Tay recibió ayuda de la Organización Internacional del Trabajo (OITS) y de la UNESCO para promover el ecoturismo en la isla junto con la cooperativa de aldeanos. Uno de los resultados de este plan fue la creación de restaurantes flotantes como una forma innovadora de atraer visitantes a la isla. En general, este proyecto permitió a las personas adaptarse a su situación actual y proporcionar trabajo en la aldea a través del turismo, pero no proporcionó las herramientas para resolver el problema real: actuar contra la erosión de la tierra.

Sin embargo, también en 2015, un grupo de visionarios se reunieron y compraron un pedazo de tierra en una de las orillas del río que más sufría de la erosión. Aquí crearon An Nhien Farm, un lugar donde la restauración de los bancos naturales del río, la jardinería regenerativa y la capacitación en habilidades sostenibles se fusionan para crear oportunidades para la naturaleza, y para las personas.

Construyendo resiliencia social 

«Al principio, nuestro objetivo era crear herramientas para restablecer las vidas humanas en un área amenazada donde, debido a problemas ambientales y políticos, la comunidad había quedado olvidada», me dice Hanh Vu, mientras nos sentamos al atardecer en la parte delantera de mi cabaña. Ella es quien se ocupa de la granja, que también es el centro de The Green Youth Collective, una empresa social liderada por Hanh y centrada en trabajar con los jóvenes y los agricultores locales para desarrollar habilidades empresariales sostenibles.

La trayectoria profesional de Hanh es tan emocionante como la historia detrás de la granja. Durante años, ha estado participando activamente en iniciativas sostenibles y adaptación al cambio climático en Vietnam. Hasta que descubrió Triem Tay. Hace tres años, decidió mudarse a este lugar desde Hanoi para comprender qué es lo que da forma a las personas en el área, tanto natural como socialmente.

«No fue fácil», recuerda, «incluso si hablas el mismo idioma, es difícil ser aceptado en una comunidad donde eres visto como un extraño. Sin embargo, nuestro objetivo era implicar a todos y trabajar juntos. No queríamos ser vistos como un grupo de personas que venían de la gran ciudad e imponían su propia manera de hacer las cosas «.

Tareas cotidianas en la granja de los voluntarios y los agricultores locales.

Aunque la granja es el corazón y el alma del proyecto, The Green Youth Collective es su herramienta para reunir tradiciones agrícolas y usos ancestrales de la tierra. El proyecto está dirigido a agricultores, jóvenes y personas interesadas en la sostenibilidad como una forma de vivir y trabajar con la tierra.

Independientemente de su origen étnico y económico, la granja también puede proporcionar becas para jóvenes locales desfavorecidos. “No pretendemos producir, sino devolver al suelo. De esta manera, los voluntarios aprenden a trabajar con la naturaleza y a compartir, evitando la presión sobre los ecosistemas y pudiendo replicar nuestro modelo cuando regresan a casa», admite Hanh.

Construyendo resiliencia ecológica para frenar la erosión de la orilla del rio.

El enfoque que tomaron sobre evitar la erosión de la tierra se ha centrado en fomentar la resiliencia a través de la regeneración del sistema ecológico de la orilla del río. Al utilizar especies nativas de pastos y manglares, cuyo sistema de raíces puede soportar las inundaciones, se crea una barrera natural que detiene la erosión.

¿Cómo se crea esta barrera natural? La respuesta es bambú y bio-locks. El bambú se utiliza como el primer bloqueo biológico, ya que es lo suficientemente flexible como para sacar el agua y proteger el bosque de manglar. Una vez que se agarra, las raíces del bambú se utilizan para el segundo bloqueo biológico que sigue al primero. El proceso termina con la implementación de una red gigante de bandas de bambú donde se plantará el manglar y el pasto nativo. Cuando estas especies crecen fuertes, tienen el potencial de mantener la tierra y resistir las inundaciones. «Después de estas acciones, recibimos retroalimentación de la naturaleza. Solo debes observar y ver cómo reacciona la orilla del río a lo que estás haciendo. Se trata simplemente de observar», explica Hanh.

Sin embargo, a fines de 2017, una inundación causada sorprendió inesperadamente la aldea antes de la temporada de lluvias y se llevó el aún joven bosque de manglares cuyas raíces no eran lo suficientemente profundas para resistir una inundación. Todo menos la barrera de bambú fue arrastrado por el desastre. Sin embargo, la orilla del río se mantuvo casi intacta, lo que no fue lo mismo en la orilla de los vecinos, donde la erosión de la tierra fue significativamente evidente.

 La primera foto que Hanh está mostrando es el impacto sufrido tras la inundación

La inundación probó un hecho: su enfoque hacia la construcción de resiliencia iba por el buen camino. «Las autoridades locales entendieron que habíamos desarrollado un sistema con el  potencial para detener la erosión de la tierra y ahora estamos en el proceso de trabajar con ellos y crear el mismo sistema en sus tierras», dice Hanh con gran esperanza.

El programa de farmstay

Hoy, An Nhien Farm sigue construyendo resiliencia en la orilla del río y ha comenzado a ofrecer alojamiento y experiencias a los visitantes en un esfuerzo por financiar sus programas. La granja no solo cuenta con cabañas de madera en el bosque de bambú, sino también con experiencias que le permiten al visitante conectarse con la tierra junto con el actual equipo de voluntarios.

Durante mi corta estancia, me reuní con visitantes curiosos que vinieron a conocer más sobre el enfoque de An Nhien y su proceso regenerativo. Durante el último año, cientos de personas han visitado la granja para aprender sobre su trabajo. “Es con mi mayor ilusión que explico la metodología a cualquier persona interesada. Sería asombroso si pudiéramos ser una inspiración para otras personas que enfrentan desafíos similares «, comenta Hanh.

El turismo de Vietnam está experimentando un rápido crecimiento en las últimas décadas. Esto ya presenta muchos desafíos que solo seguirán creciendo a mediano y largo plazo. An Nhien es un claro ejemplo de cómo el turismo regenerativo se lleva a cabo en un lugar muy cercano a la ruta turística tradicional en Vietnam. Hospedarse aquí y aprender el valor de trabajar con la naturaleza mientras se proporciona las herramientas para que prospere, crea una experiencia transformadora única en momentos en los que el ser humano está más desconectado de la naturaleza que nunca.

Puedes seguir Anh Nien Farm en Facebook y aprender más sobre cómo construyen resiliencia social y ecológica en este artículo.