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La salud del Mediterráneo, entre la esperanza de la regeneración y la amenaza del cambio climático

El Club Diario de Mallorca celebró el jueves 15 de julio el primer Foro ‘Mare Nostrum’ que reunió a diferentes expertos. Los ponentes coincidieron en que se habían producido mejoras en la protección, pero señalaron nuevos problemas como la proliferación de plásticos.

Esperanzador, pero exigente. Así ven el futuro del mar Mediterráneo los expertos convocados para participar en el primer Foro Mare Nostrum. Participaron en el debate:  Xavier Pastor, oceanógrafo y exdirector ejecutivo de Greenpeace España y Oceana Europa, Sandra Benbeniste, directora de la Oficina de Sostenibilidad de EMEA del Grupo Iberostar, Gabriel Morey, biólogo marino y coordinador de Save the Med; Anna Masdeu, técnica de proyectos de Low Impact Fishers of Europe (LIFE); y Santiago Fiol, presidente de la Asociación de Navegantes del Mediterráneo.

Pastor recordó la escalofriante situación del Mediterráneo en los años 80: mil toneladas diarias de ácido sulfúrico y metales pesados vertidas en el golfo de Cádiz, barros procedentes de residuos mineros en la bahía de Portmán, maniobras militares en las Columbretes y en el mismo archipiélago de Cabrera, vertidos de los complejos petroquímicos de Huelva y Tarragona. La situación comenzó a mejorar gracias a distintas acciones como la declaración de Reservas Marinas o el Programa de Recuperación del Atún rojo del ICCAT y las figuras de protección como el Parque Nacional Marítimo Terrestre de Cabrera». Pastor llamó la atención sobre las nuevas amenazas: los plásticos, el desbordamiento de depuradoras ya obsoletas y el incivismo náutico, además de la amenaza global del cambio climático. 

Representando a la empresa privada, Sandra Benbeniste compartió el Proyecto Ola de Cambio puesto en marcha por el Grupo Iberostar para avanzar hacia un turismo responsable. «Asumimos nuestra corresponsabilidad y establecemos colaboraciones y alianzas como estrategia. El 80% de nuestros hoteles están frente al mar y su buen estado es estratégico para nuestro negocio. Ola de Cambio ya ha desterrado de los hoteles Iberostar los plásticos de un solo uso y sus próximos compromisos son llegar al residuo cero antes de 2025 y ser neutros en emisiones en 2030».

Fiol denunció que «como sociedad debemos hacer una reflexión que resulta dura y es que los primeros contaminantes son las administraciones públicas, continuamente se están cerrando playas», apuntó en referencia a los problemas generados por la falta de capacidad de las depuradoras. Recordó que «las cifras económicas dicen que el 2% del PIB de Balears provienen del sector náutico. Deberíamos tener una Conselleria del Mar, para gestionar todo lo relacionado con este medio», defendió. 

Gabriel Morey, activista y biólogo marino mencionó que desde Save the Med se intenta abordar esta labor desde la investigación, la educación y la conservación. Morey valoró positivamente la introducción de áreas marinas protegidas: «Balears ha sido pionera y es una medida de protección de efectividad reconocida». «Apelamos siempre a la actitud. No se trata solo de reciclar sino de dejar de utilizar y la administración tiene que ser valiente», dijo en referencia a la prohibición de los plásticos de un solo uso.

Anna Masdeu señaló que LIFE representa unos 10.000 pescadores artesanales en Europa: «Nuestro objetivo es que los pescadores de artes menores sean agentes del cambio y que la pesca sea lo más sostenible posible». Señaló que «Las áreas marinas protegidas son de interés pesquero. Estamos ante un reto social y económico porque en el sector no hay relevo generacional». «No veo un futuro en el que no hay pescadores en los puertos de Balears. Sería una pérdida de valor histórico, cultural y turístico. Ellos son los guardianes del mar». 


Este artículo es un resumen de la noticia original publicada por el Diario de Mallorca: «La salud del Mediterráneo, entre la esperanza de la regeneración y la amenaza del cambio climático».