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El Festival IT.A.CA y la oportunidad para el interior de Italia

Evento del Festival 2019 – Foto: IT.A.CA

El Festival IT.A.CA Migrantes y Viajeros, primer y único festival que promueve el turismo responsable en Italia, este año celebra su 12° edición. El Festival nació en Bologna, en la región italiana de Emilia Romagna y se fue extendiendo hacia distintas ciudades y regiones hasta alcanzar las actuales 11 regiones y 700 iniciativas. Cada ciudad que desea organizar el festival en su territorio se encarga de formar su propia red de actores locales, que incluyen asociaciones sin fines de lucro, empresas privadas y sector público y proponer actividades que van desde conferencias, workshops y reflexiones sobre el turismo responsable y la migración, hasta itinerarios de turismo lento para descubrir y apreciar el territorio.

A causa de la pandemia, la edición de 2020 se está realizando online desde el 28 de Mayo con un programa riquísimo de eventos que hacen hincapié en el redescubrimiento de la Italia interna, con sus mágicos pueblos y paisajes rurales entre colinas y montañas, a través de itinerarios a pie o en bicicleta. Estos temas hoy cobran mayor relevancia, cuando se habla de turismo al aire libre, en destinos menos concurridos, pero también como respuesta a la búsqueda de modos de vida alternativos a la ciudad.

Itinerario a pie – Foto: IT.A.CA

Uno de los eventos virtuales que se llevó a cabo fue la reflexión en torno al libro L’italia è bella dentro, del periodista Luca Martinelli (Altreconomia 2020). Martinelli formó parte del grupo de trabajo de la Estrategia Italiana para las áreas internas (SNAI por sus siglas en italiano) que se lanzó para el periodo 2014-2020. La estrategia pone al centro la calidad de vida de las personas que viven en estas áreas, con el aumento de la inversión y la reconversión de la tendencia demográfica a través del incremento de oportunidades de empleo y el aprovechamiento de los recursos del territorio.

Gracias a la SNAI, Martinelli recorrió el país de punta a punta visitando las llamadas “áreas marginales” que ocupan en realidad el 60% del territorio italiano (unos 4000 municipios) y donde vive ¼ de la población italiana (13 millones de personas). El poeta Franco Arminio, que interviene en el libro y se define como especialista en pueblos, reflexiona sobre esta contradicción italiana que, siendo un país de montañas, considera la montaña como un área marginal.  Estas zonas han quedado cada vez más relegadas de los servicios básicos de ciudadanía (salud, educación, movilidad) y como consecuencia, los más jóvenes no ven otra opción que emigrar a las ciudades en busca de oportunidades.

Afortunadamente, hay muchísimas personas que apuestan por esta Italia interna y deciden migrar desde las ciudades o quedarse en los pueblos, la llamada “Restanza” o permanencia como podría traducirse en español, que fue el tema del Festival IT.A.CA del año pasado. Como bien dicen los organizadores del Festival, la invitación que propone IT.A.CA es realizar un viaje por diferentes territorios del Sur al Norte de Italia, creando redes de comunidades resilientes, que promuevan activamente la libertad de migrar y el derecho a quedarse.

El libro no busca dar ejemplos de héroes individuales que volvieron a salvar estos pueblos, sino de la importancia de sentirse parte de una comunidad y trabajar en red en pos del bienestar colectivo. Se propone crear un nuevo imaginario de la vida rural, como forma de vida posible y alternativa a la ciudad, pero recuperando la relación entre ciudad y campo, reconociendo su interdependencia. Es importante no pensar estas zonas como áreas que se deben salvar con asistencialismo, y, por el contrario, valorar la riqueza tanto natural como cultural de este territorio y el potencial no expresado.

Paisaje del interior de Italia

Uno de los ejemplos que incluye el libro es el de la Cooperativa de Comunidad Biccari, un pueblo en la provincia de Foggia, en la región de Puglia, donde esta cooperativa está logrando que los jóvenes decidan quedarse en la comunidad. La cooperativa se fundó en 2017, tiene 216 socios y se esfuerza en poner en valor los recursos “dormidos” del territorio, que incluyen aquellos naturales y culturales, a través del turismo, la agricultura y la conservación. Biccari no era un destino turístico, pero gracias a las distintas actividades de ecoturismo y aventura propuestas por la cooperativa se está haciendo más conocida.

En el 2018 organizaron por primera vez la edición local del Festival IT.A.CA y recientemente lanzaron el proyecto “Comunidades Anfitrionas de los Montes Dauni”, conectando los 30 pueblos de la zona como entero destino turístico. Una de las iniciativas destacadas de la cooperativa es la “pequeña escuela de la civilización campesina”, que pone en valor los saberes de los socios ancianos de la cooperativa, enseñando los oficios típicos de la región, por ejemplo, la búsqueda del tartufo, la recolección de aceitunas y la producción de miel, disponible no sólo para los socios de la cooperativa sino también para los “ciudadanos temporarios” que los visitan.

El ejemplo de Biccari y tantos otros que se proponen en el libro permiten ver con esperanza el futuro de los pueblos italianos y replicar las historias de éxitos en otros países como España, que sufre la misma problemática de despoblación. Lo importante, como destaca el alcalde de Biccari, es poner en el centro de la estrategia a las personas y su experiencia, teniendo una visión profunda del desarrollo local, donde los servicios públicos estén en función de las necesidades de las áreas rurales y no copiando los modelos de desarrollo urbano.