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¿El turismo del mañana puede ser sustentable?

A la hora en la que se está planificando el futuro de la industria turística, en torno a los problemas e impactos de la crisis sanitaria del Covid-19, el turismo sostenible está en el centro del debate. Pero, ¿se puede hablar de sostenibilidad en el turismo cuando hay que repensar completamente su modelo?

La crisis sanitaria ha frenado el crecimiento exponencial de la industria turística en los últimos años, con más de 1.400 millones de llegadas internacionales en el mundo en 2019 según la OMT, para cerrar el ciclo. Un sector de todas las posibilidades, con una tendencia a la hipersegmentación para conquistar todo el mundo, hay para todos los gustos y todos los perfiles, lo que ha favorecido un desarrollo descontrolado. Así, la industria se ha desarrollado considerablemente en una lógica de oferta sujeta a una demanda cada vez mayor.

El turismo sostenible ya no es suficiente

El turismo sostenible se ha propuesto como solución a las problemáticas de la industria turística en paralelo a su fuerte crecimiento, desempeñando el papel de modelo de protección ambiental, económica y social.

Según la OMT, el turismo sostenible tiene tres aspectos principales:

  • Dar un uso óptimo a los recursos medioambientales, que son un elemento fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica.
  • Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos culturales y arquitectónicos y sus valores tradicionales, y contribuir al entendimiento y la tolerancia intercultural.
  • Asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes unos beneficios socioeconómicos bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas, y que contribuyan a la reducción de la pobreza.

Un turismo de triple impacto, basado en la sostenibilidad y el respeto a los recursos para preservar los ecosistemas, induciendo así la perennidad del modelo ya establecido. Pero en un momento en el que hay que repensar el turismo en su totalidad, ¿es suficiente o es sólo el principio de una reestructuración del sector?

En camino para la regeneración

El turismo regenerativo se presentaría entonces como una solución que actúa en la raíz del problema: cambiar la esencia misma de la industria, su concepción y su mentalidad. El turismo, tal y como lo hemos conocido, muestra un fuerte desequilibrio en el uso de los recursos, y el concepto de turismo sostenible induce al viajero a permanecer en la superficie de los problemas. Mientras que el turismo regenerativo invita al viajero a implicarse en lugar de andar con cautela. Como actor integrante y significativo del sector, se le invita a participar activamente en el círculo virtuoso que el turismo debe establecer para la prosperidad de su futuro.

¿Cómo funciona el turismo regenerativo?

Este concepto de regeneración en el turismo no aparece como un modelo fijo y replicable, sino como una nueva mentalidad en una perspectiva de desarrollo consciente de su actividad. Cada actor, desde el viajero hasta el profesional, pasando por la gobernanza y los lugareños, está invitado a participar activamente en el proceso, respetando la singularidad del territorio en cuestión. De este modo, se determina lo que hará mejor al destino en función de sus propias características, necesidades y problemáticas, excluyendo el producto turístico como bien de consumo e integrándolo como factor de regeneración de sus recursos.

Al igual que el concepto de Smart Destination, el turismo regenerativo toma en consideración a todos los actores del territorio bajo sus dimensiones políticas, económicas, sociales, tecnológicas, ambientales y culturales. Pero da un lugar nuevo y significativo al turista añadiendo la dimensión de la individualidad, representando todas las motivaciones, los valores y objetivos ligados a su actividad turística.

Trascender para reinventarse mejor

Uno cambia entonces de perspectiva entre: ¿cómo viajar con el menor daño posible? Y, ¿cómo viajar aportando un beneficio al destino? Las formas alternativas de turismo, como el turismo solidario, el turismo comunitario y el turismo participativo, entre otros, son caminos más que necesarios para explorar una forma de turismo regenerativo. Esto implica trascender los principios del desarrollo sostenible a través de la comprensión, la concienciación, la creación y la participación.

La vuelta a la normalidad ya no es posible para el sector debido al impacto de la crisis sanitaria, se trata de construir una nueva normalidad y reinventar la mentalidad del turismo. ¿Qué capacidad de innovación y management tiene un destino para aplicar este modelo? ¿De qué manera controlar el turismo para que beneficie al destino? ¿Dónde está el límite de una actividad económica sana en una política de desarrollo? ¿Cómo involucrar al turista de manera significativa en el proceso? Estas son algunas de las cuestiones que se plantean en el enfoque holístico y en la visión transformadora que representa el turismo regenerativo.

Al igual que Okanagan Valley en la Columbia Británica, la isla de Hawaii y varios países del continente asiático y latinoamericano, el turismo regenerativo lleva en sí las esperanzas optimistas del turismo del mañana.

¿Estás preparado para este cambio regenerativo del turismo y para viajar de forma diferente?


Este artículo se publicó originalmente en TOM.Travel y ha sido reproducido en Travindy con la traducción que nos ha facilitado la autora.